šLa artesanía marroquíš
La historia de las tradiciones y del arte marroquíes remonta en la época neolítica. Es durante este período que el pueblo venido del Este y el Norte emigra y se establece en esta región, señalando así los orígenes de la cultura del Reino de Marruecos.
La artesanía marroquí de hoy dibuja sus fuentes en esta herencia ancestral, modelado por una cultura burbujeada por su diversidad y su creatividad.
Esta artesanía está en perpetua evolución. Enfrentado a la economía moderna, a la exportación, al turismo y a las necesidades de la población, combina tradición y modernidad.
De la confección de la madera a la producción de aceite de argan, del arte de la alfombra en el trabajo del cuero, la tierra o el metal, le proponemos un viaje anteriormente y el presente del Reino.
El trabajo de la madera
Los artesanos marroquíes trabajan de las maderas nobles y olorosas como el cedro, que permite a varias serrerías vivir en la región de Azrou, o también la raíz de thuya proporcionada por los bosques del Medio-Atlas. En los souks, torneros en madera realizan delante de ojos de les transeúntes mangas de pinchos, pies de tabla o también frascos de khôl.
El arte de la alfombra
La actividad de tejido es la actividad incuestionablemente artesanal más antigua en Marruecos. Generaciones de jóvenes muchachas y mujeres se sucedieron en oficios que deben tejerse rudimentarios para la elaboración de alfombra. En la actualidad, se distinguen a dos familias de alfombra, cada una teniendo sus especificidades:
Las alfombras rurales
Llamados más comúnmente alfombras berberiscas, son la obra de una actividad familiar ancestral. Para salvaguardar las tradiciones, cooperativas y escuelas se especializaron en la formación de la población y en la ayuda a la creación. Así pues, las alfombras en lana del Atlas medio, muy grandes y muy gruesas, indican un fondo rojo o blanco al cual se yuxtaponen se adornan otros colores y con rombos y con rectángulos.
Las alfombras del Marruecos Oriental presentan un fondo generalmente rojo sobre el cual se superponen dibujos verdes y azules. Por fin, las alfombras del Atlas alto y Ouarzazate son más pequeñas y tienen un tejido mucho más fino. Presentan tonos bastante calientes: naranja, amarilla o roja y su fondo es a menudo negros.
Las alfombras ciudadanas
Las alfombras ciudadanas, de inspiración oriental, son una creación mucho más reciente. Se los encuentra en las regiones de Rabat y Médiouna. Adornados con motivos con forma de estrella y con de dibujos geométricos y florales sobre fondo unido, enarbolan el color rojo y rosado para darles un lado más tradicional y el azul para un aspecto más moderno.
El trabajo del cuero
El cuero marroquí se considera desde siglos a través del mundo. Es por otra parte al XIVe siglo que se empieza a proponerse hablar del “marroquín”, palabra que designa el cuero de cabra y oveja procedente de Marruecos.
El trabajo del cuero es una tradición vinculada a numerosas ciudades del Reino como Fes, Meknes, Marrakech, Rabat, Tetuán, Tánger, de ahí procede la mitad de la producción de cuero.
Con el tiempo, esta tradición del trabajo del cuero duró puesto que se encuentran aún hoy barrios enteros con cubas coloreadas, donde de numerosos curtidores se activan como en Fes y Marrakech y que ofrecen un espectáculo bastante extraordinario.
La producción del argana
El arganero es un árbol secular que no se encuentra hasta en el Marruecos, sobre una parte del suroeste marroquí sino también al este y al sur de Essaouira. Cubre la casi totalidad de bajo, el Anti Atlas y de crecimiento hasta las puertas del desierto.
Inicialmente destinado a un consumo doméstico, el argana entra en adelante en la composición de numerosos productos: aceite, jabón, bate… El argana en adelante se aprecia por sus calidades gastronómicas y sus beneficios medicinales y cosméticos.
El trabajo del metal
Es un oficio que agrupa varias actividades: la industria, la latonería, la elaboración de joyas y armas como los Jenouis (puñales). Los artesanos trabajan toda clase de metales: plata, cobre, bronce, oro…
La industria
Principalmente presente en las regiones de Marrakech, Fes y Safi, el trabajo del hierro es notable por sus creaciones. Los herreros de los souks se atienden a realizar objetos en hierro forjado: candelabros, soportes, linternas, cuadros de espejo, rejillas, mamparas…
La latonería
Es una de las especialidades de la ciudad de Marrakech. Los artesanos hacen fundir y pasar el cobre, luego lo martillan o lo graban para fabricar mesetas redondas “Soigni”, calderas, teteras, cajas a té y azúcar, candelabros…
Las joyas
Muy apreciados por los turistas, las joyas en plata marroquíes eran la causa realizadas por artesanos judíos. En adelante, las más bonitas creaciones de joyas tradicionales se realizan en el Sur marroquí. Aquí aún, se distinguen especificidades regionales.
La alfarería
Las tierras marroquíes son ricas en minerales, fósiles y arcilla. La arcilla se utiliza con fines cosméticos (Ghassoul) y entra también en la composición de numerosos objetos como las alfarerías berberiscas, tradicionales y ciudadanas.
Algunas mujeres modelan las alfarerías tradicionales, sin la ayuda de vuelta. Su fabricación se localiza en el norte de Taza, el Rif o también el Atlas alto y en el sur a Ouarzazate y Zagora.
Algunos hombres de dibujos al “Gatran” (alquitrán) realizan las alfarerías ciudadanas - de los objetos de uso de la vida diaria - esencialmente, sobre vueltas, luego adornadas. Se los encuentra a través de todo el Reino con algunas concentraciones: Fès, Meknès y Salé por ejemplo, se consideran para sus cerámicas esmaltadas.
En la actualidad, se tiene en cuenta una ascensión de la ciudad de Safi en la elaboración de las lozas a reflejos metálicas y de las alfarerías blancas decoradas de azul. Una ascensión vinculada a la emigración de numerosos artesanos De Fez en los años 70, que lo aportaron con ellos lo conocimientos técnicos.
El tejido
El tejido hace su aparición en Marruecos alrededor de 1500 antes del J.C., forma parte en adelante del florón de la artesanía marroquí. Agrupa numerosos oficios dado que los artesanos hacen tan prendas de vestir típicas (jellabas, caftanes…) que objetos de decoración como: bordados de capas, cojines, toallas… como Fès, Meknès, Tetuán, Rabat, Salé dónde se encuentran aún hoy a algunas personas que perpetúan la tradición del tejido de brocado.
